Hoy vamos a hacer una sopa realmente fácil. Ponemos los guisantes congelados ( no hace falta descongelarlos previamente ) en un recipiente, cubrimos con agua bien caliente, sal y un poquito de pimienta molida. Trituramos con la batidora y después lo pasamos por un colador. Probamos y lo rectificamos de sal si hiciera falta. También se puede añadir un poco más de agua pues debe quedar una sopa ligera, no espesa. Dejamos enfriar y ya podemos servirla. Para ello ponemos en el fondo de cada plato un poco de queso cremoso, un poquito de caviar de trucha, una pizca de ralladura de naranja y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Encima de todo ésto echamos la sopa de guisantes y a comer.